Elegir a un asesor fiscal, contable, laboral o jurídico es una tarea que para muchos se basa en una cuestión de precio.
Desde nuestro punto de vista, el precio solo debe ser una variable más a tener en cuenta en relación al servicio ofrecido, profesionalidad, confianza y adecuación del asesor a la situación real del empresario. Y es que todo ello influirá en comprobar la calidad del asesoramiento recibido.
Cuando se habla de “adecuación” nos referimos a la personalización del servicio y las recomendaciones del asesor adaptadas al escenario empresarial y personal del empresario. Esta adecuación ayuda a obtener soluciones reales, detectar fallos de manera anticipada y generar beneficios y crecimiento.
Si reducimos el servicio ofertado a una cuestión de precio, la decisión de elegir a un asesor podría tomarse equivocadamente y provocar una situación que te perjudique.
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