Elegir entre ser autónomo o crear una Sociedad Limitada (SL) no es solo una cuestión de trámites. Esta decisión afecta directamente a los impuestos que pagarás, al riesgo que asumes con tu patrimonio personal y a la proyección futura de tu negocio.
Un error en esta elección puede costarte miles de euros cada año o dejarte expuesto ante deudas imprevistas. En este artículo te mostramos las diferencias clave entre autónomo y sociedad limitada, con ejemplos prácticos, para que tomes la decisión correcta desde el principio.
1. Fiscalidad: IRPF frente a Impuesto sobre Sociedades
La principal diferencia entre autónomo y SL está en cómo tributan sus beneficios:
Autónomo → Paga IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas)
El IRPF es un impuesto progresivo, es decir, cuanto más ganas, mayor porcentaje pagas.
Tramos IRPF 2025 (base general, normativa estatal):
- Hasta 12.450 € → 19%
- De 12.450 € a 20.200 € → 24%
- De 20.200 € a 35.200 € → 30%
- De 35.200 € a 60.000 € → 37%
- De 60.000 € a 300.000 € → 45%
- Más de 300.000 € → 47%
Sociedad Limitada → Tributa por el Impuesto sobre Sociedades
- Tipo general: 25%
- Nuevas empresas: 15% durante los dos primeros ejercicios con beneficios
Conclusión:
Si tus beneficios son elevados y planeas reinvertir, la SL puede resultar más ventajosa fiscalmente a medio y largo plazo.
2. Responsabilidad: ¿arriesgas tu patrimonio personal?
Autónomo → Responde con todo su patrimonio personal
En caso de deudas, los acreedores pueden reclamar sobre tu casa, coche o ahorros. No existe separación entre patrimonio personal y empresarial.
Sociedad Limitada → Responsabilidad limitada al capital aportado
- El capital mínimo para constituir una SL es de 3.000 €.
- Desde 2022, es posible crear una SL con 1 €, gracias a la Ley 18/2022 “Crea y Crece”, pero con condiciones:
- Debe destinarse el 20% del beneficio anual a una reserva legal hasta alcanzar los 3.000 €.
- Los socios responderán de forma adicional en caso de liquidación si el patrimonio no alcanza dicho mínimo.
📌 Importante: El administrador de la sociedad puede responder personalmente por deudas con Hacienda o Seguridad Social si existe negligencia o incumplimiento grave (art. 43 LGT y art. 367 LSC).
Conclusión:
Si tu actividad conlleva riesgos legales o financieros (contratos, préstamos, reclamaciones), la Sociedad Limitada ofrece mayor protección patrimonial.
3. Gestión y obligaciones contables
Autónomo:
- Presenta declaraciones trimestrales de IVA e IRPF.
- No está obligado a llevar contabilidad mercantil, solo libros de ingresos y gastos.
Sociedad Limitada:
- Debe llevar una contabilidad ajustada al Código de Comercio.
- Está obligada al depósito de cuentas anuales en el Registro Mercantil.
- Presenta anualmente el Impuesto sobre Sociedades.
Conclusión:
La SL implica una gestión más compleja, por lo que suele requerir apoyo de un asesor contable y fiscal especializado.
4. Imagen y proyección empresarial
Autónomo:
Ideal para profesionales independientes, emprendedores o negocios pequeños que buscan simplicidad administrativa.
Sociedad Limitada:
- Transmite mayor profesionalidad y confianza ante clientes, proveedores y bancos.
- Facilita el acceso a financiación, inversión o incorporación de socios.
Conclusión:
Si tu objetivo es crecer, contratar empleados o captar inversión, la SL es la opción más recomendable.
4. Imagen y proyección empresarial
5. ¿Qué opción te conviene más?
✅ Elige ser autónomo si:
- Estás empezando y tus ingresos son bajos o variables.
- Buscas simplicidad administrativa y fiscal.
- Tu actividad no implica grandes riesgos económicos o legales.
💼 Elige una Sociedad Limitada si:
Quieres proyectar una imagen empresarial más sólida y profesional.
Prevés beneficios elevados y quieres reinvertir.
Deseas proteger tu patrimonio personal.
Conclusión final
¿Estás a punto de emprender o de dar el salto a una Sociedad Limitada?
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Por: Pablo Muñoz – Asesor Fiscal
